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Pobreza, riqueza y fe

Hay algunas opiniones extremas sobre conceptos como la pobreza en el Islam, que se originan al ignorar la totalidad de las enseñanzas religiosas.

De acuerdo con rahyaft (los misioneros y la convierte en el sitio web)Si miramos juntas todas las afirmaciones sobre la pobreza y la riqueza en el texto islámico, tendríamos una comprensión más precisa del asunto.

A veces se pregunta qué es valioso según el Islam: la riqueza o la pobreza. Un estudio de los textos islámicos muestra que responder a esta pregunta no es tan fácil.
La pobreza y la riqueza no han sido descritas como dos fenómenos completamente concretos y separados de las mentalidades. En los textos islámicos se han introducido los dos como fenómenos relacionados con el hombre y su dimensión histórica. El valor de un ser humano pobre o rico depende de las condiciones en que se encuentre.
El punto de vista del Islam sobre este tema es ontológico según las condiciones y el contexto. Por ejemplo, la persona que es pobre o rica. ¿O esta pobreza y riqueza está ligada a este mundo o al próximo? Y en tercer lugar, ¿es esta pobreza y riqueza algo buscado o algo materializado?
Cuando miramos la pobreza como un problema de este mundo, vemos que la pobreza puede crear condiciones en las que uno puede desviarse más fácilmente del camino de la verdad. Entonces, en este sentido, la pobreza es algo malo. Precisamente por eso, nadie que quiera tener una mejor situación en el mundo debe orar jamás por la pobreza.
Por otro lado, cuando la pobreza se considera como algo que se ha logrado en alguien, si esa persona puede mantener su fe y eventualmente morir con su fe intacta, tendrá un alto estatus en el Más Allá.
Según los textos islámicos, los ricos que traen su fe al Más Allá tienen un estatus inferior al de los pobres que han mantenido su fe. En algún hadiz se ha dicho que estas personas ricas están entre las últimas en entrar al cielo.
Otro punto es que ser rico tiene menos probabilidades de perderse que ser pobre. Aunque no siempre es así, como dice el Corán, “Ciertamente, seguramente el humano es muy insolente, lo que se ve como suficiente”.
También está la cuestión de Kifaf, de la que se suele hablar muy poco. Kifaf es una situación en la que lo que gana y sus necesidades son iguales. Los informes islámicos muestran que la mejor persona para orar es Kifaf. Es decir, nunca se debe buscar la pobreza. La riqueza es buena para pedir, pero mejor que esto es Kifaf quien garantizará más su fe.
iqna

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