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“El Islam da una posición grande y de importancia a las mujeres en relación con su vida personal y su vida social”

Habibah Ifan García es una musulmana en Latino América y el miembro de la comunidad shiíta de México.

De acuerdo con rahyaft (los misioneros y la convierte en el sitio web)

 Por favor preséntese a sí mismo para nuestros lectores.

Habibah Ifan García: En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso… Saludos a todos los profetas, particularmente al Profeta Muhammad y a su Familia purificada.

Soy mujer, esposa y madre musulmana. Madre de dos niñas y un niño. Mi esposo es musulmán y mexicano también. Soy psicóloga de profesión y artista por decisión e inspiración. Debido a circunstancias particulares de las musulmanas en países no musulmanes he tenido que hacerme dueña de mi propio negocio con el apoyo de mi familia y mis hermanas en el Islam.

 

 ¿Qué pasó que se convirtió al Islam?

Habibah Ifan García: Decidí regresar al Islam hace 11 años a partir de que leí El Noble Corán, mismo que me lo proporcionó la comunidad musulmana de mi ciudad. Con el tiempo (de lectura y frecuentar a la comunidad) decidí dar mi testimonio de fe (shahada) y aquí estoy. La personalidad del hermano que fungía como Sheij me pareció que era la de una persona que ejemplificaba de manera correcta lo que era el Islam. A partir de este momento comencé a estudiar más a propósito de la religión, del Profeta (PB) y de los detalles más importantes de la práctica. Sin embargo, lo más sorprendente fue la lectura del Corán, un libro con tantos detalles y tanta sabiduría que cada que lo leía era volver a nacer tratando de entender al universo y mi lugar en él.

 

 

Que la motiva abrazar el islam? y que cambios ocurrieron en su vida después de aceptar el islam?

Habibah Ifan García: Ocurrió de todo: bendiciones y pruebas. Primero, las grandes pruebas de cambiar tu forma de ser, vivir, vestir y pensar. Acostumbraba a ser una chica de mi época, con los gustos y actitudes sociales de una persona de mi edad, al conocer la personalidad de la mujer musulmana y sus ejemplos, me di cuenta que en muchos casos algo no andaba bien y, paulatinamente, fui cambiando de amigos y hábitos. Posteriormente, vinieron las bendiciones: tuve la oportunidad de que me contrataran en un trabajo con mi hiyab (vestimenta islámica), debo destacar que en mi país, debido a la poca información, el tema del velo es muy mal visto y asociado a una imagen de opresión en lugar de modestia y libertad moral. Transcurrido un año tuve un viaje a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la cual tuve un aprendizaje vivencial de cómo opera una sociedad islámica en su conjunto (aunque no necesariamente sea un gobierno islámico), la gente se comportaba de manera absolutamente diferente a mi país: podías respirar el significado de cada acción religiosa a nivel social.

 

Cuál era su punto de vista respecto a la mujer en el islam?

Habibah Ifan García: Cuando veía a las mujeres musulmanas, antes de regresar al Islam, tenía una imagen negativa de ellas y creía, como todos los medios de comunicación nos lo dicen, que eran oprimidas y violentadas por parte de los hombres, particularmente sus esposos. Asimismo, las mujeres me parecían místicas y enigmáticas.

Qué opina sobre el velo islámico (el hiyab)?

Habibah Ifan García: Antes del Islam no me gustaba, no me imaginaba usarlo ni por qué lo usaban las mujeres. Cuando recibí la guía de Dios, Poderoso y Majestuoso, entendí su uso personal, espiritual y social. Ahora considero que el hiyab no sólo es el velo que cubre tus adornos sino que es toda una vestimenta islámica y una actitud de mujer: contigo misma, con las personas y, particularmente, con Dios. Ahora lo hago parte de mi personalidad, de portarlo con decoro y que concuerde con mi ética, mis valores, mi forma de ser socialmente y que se vea que el velo no te impide el intelecto y tus capacidades y sí te otorga respeto y ejemplo, no está decir de más que el usarlo es un mecanismo de dawa (difusión del mensaje islámico) indirecta.

 

¿Qué ha aprendido de la vida de las grandes mujeres del Islam, especialmente Señora Khadijeh (S.A), Senora Fatima Al-Zahra (S.A) y Senora Zaynab (S.A), y cómo ha influido el estilo de sus vidas en su vida personal?

Habibah Ifan García: Sin lugar a dudas, estas mujeres han sido ejemplo de vida y práctica del Islam. Me sorprende cómo han alcanzado un alto grado de fe, pureza y rectitud. Si todas las mujeres siguiéramos estos modelos de vida se evitarían muchas de las injusticias que se observan hoy en día tanto en los países no musulmanes como en sociedades de mayoría musulmana.

En mi vida personal Jadiya (p), la esposa del Profeta (PB), ha sido una inspiración: mujer, hábil en los negocios y excelente comerciante, si ella lo pudo hacer en un mundo excesivamente patriarcal y antifemenino (como la sociedad árabe preislámica) ¿Por qué no podríamos triunfar actualmente? Ella era comerciante mas no usurera, era noble y confiable no déspota y frívola. Sabía su lugar y su forma de actuar, así me siento yo.

De la Señora Fátima Zahra (as), la Dama de las Señoras del Paraíso, se puede aprender mucho, principalmente, su obediencia y entrega a Dios a través de su oración (salat) con absoluta entrega a nuestro Creador. Descendiente del Profeta (PB) y heredera de su estirpe resalta en una sociedad tribal y patriarcal que desconocía el derecho de las mujeres. Ejemplo vivo de la condición que el Islam da al ser humano en general y a la mujer en particular.

La honorable Señora Zaynab es coraje y difusión islámica. Ella fue la que después del martirio de su hermano, el Imam Hussein (as) nieto del Profeta (PB), se encargó de que se conociera la verdad de los sucesos de Karbala y, con ello, no muriera el mensaje del Islam.

 

En su opinión, ¿cuál es la diferencia entre el punto de vista del Islam y el occidente sobre las mujeres?

Habibah Ifan García: Hay un profundo desconocimiento del Islam y de los derechos y la posición de la mujer en el Islam en todos los países no musulmanes. En México, este desconocimiento se mezcla con bombardeo de información tergiversada, parcial, sesgada, a veces con dolo, con toda la intención de mostrar la peor imagen de la mujer musulmana: películas con mujeres tristes, ahogadas en la miseria, infelices, necesitadas de una liberación. La realidad es otra. Socialmente las mujeres en los países musulmanes son respetadas, cuidadas, no maltratadas. En el llamado “occidente” se tiene la idea que la libertad de la mujer significa pérdida de valores, exactitud con los varones, libertinaje sexual, facilitación corporal, objeto sexual.

Lo que hacen los discursos feministas llega a ser en detrimento de la calidad de vida intelectual, moral y física de las mujeres porque ya no se trata de defender a la mujer en el espacio público y dotarla de sus derechos (cosa necesaria y defendible que, además, el Islam siempre ha otorgado), sino que ahora se trata de hacer a la mujer menos mujer y al hombre menos hombre, a aquella se le dan responsabilidades que ahora se la quitan a los varones y éstos pierden la capacidad de protección hacia la mujer.

La razón de que haya una fuerte descomposición social en las sociedades no musulmanas se debe a que no hay quien brinde educación, solidaridad familiar, principios éticos y, sobre todo, amor. Las mujeres se descuidan de sus familias y su lugar no es ocupado por nadie, ni por los varones. La igualdad que le han otorgado a las mujeres se deformó al grado de afectar a otros actores sociales: hijos, niños y niñas, personas adultas, discapacitados, etc.

El Islam da una posición grande y de importancia a las mujeres en relación con su vida personal y su vida social, establece lineamientos, prioridades, derechos, responsabilidades y ética. Baste ver los ejemplos de las mujeres anteriormente señaladas para dimensionar su ejemplaridad. En las sociedades islámicas no existen los mismos problemas que en las “sociedades occidentales”, cada una debe lidiar con sus asuntos pero nuestros están lejos de ser espacios para las mujeres.

 

 

¿Qué recursos y temas necesitan las mujeres musulmanas shiítas en su país para obtener conocimiento más del Islam?

Habibah Ifan García: Necesitamos especialistas en cada materia, libros de conocimiento islámico especializado en mujeres y del Islam en general. Estamos faltos de herramientas para ayudar a otras mujeres –musulmanas o no- de la violencia intrafamiliar de aquí, de las vejaciones contra ellas, de las madres solteras, de las madres abandonadas. De los problemas que aquejan a las mujeres de mi comunidad. Confío en que cada una de nosotros podamos ser embajadoras del Islam pero, sobre todo, instrumentos de apoyo a la sociedad en la que vivimos.

 

En su opinión, ¿cómo el Islam puede ayudar a las niñas, mujeres y madres en los países occidentales a lograr una mejor calidad de vida?

Habibah Ifan García: Si logramos capacitarnos, acceder a fuentes confiables de conocimiento, el Islam abrirá los ojos de muchas personas que viven en la ignorancia. Si damos a conocer las biografías de las grandes personalidades del Islam y si nosotras mismas seguimos su ejemplo podría ser un buen principio. Incentivar la lectura, la investigación, la indagación, la duda, se podría dar otra cara del Islam y de la mujer

Shafaqna

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